sábado, septiembre 22, 2007

¡Volví!

“Estoy trabajando”, le digo. “¿De puto?”, me responde. A veces odio a mi padre.

Pero es en serio, estoy trabajando, por respeto a mi privacidad no diré en qué, porque entonces va a ser muy fácil encontrarme, pero sí les diré que si bien no es muy entretenido, la paga es buena. Además, fin de semana por medio estoy yendo de voluntario a un hospital de por acá cerca. Cómo nos cambia la vida ¿ah?

La verdad es que han pasado muchas cosas en estos tres meses, demasiadas... y no he tenido tiempo para siquiera pensar al respecto, pero ahora, con las vacaciones de fiestas patrias y todo este tiempo libre, tuve espacios para dedicarme al ocio. Ocio en su sentido más griego, ocio como tiempo para meditar y reflexionar. Ocio para mirar las estrellas y especular sobre el sentido de la vida, ocio para cavilar sobre todo esto que llamamos existencia. Ocio para Antoine; por fin.

Los pongo al día, como mi vida es digna de telenovela venezolana, Javier y yo terminamos, la situación no dio para más y, muy a mi pesar, les cuento que Javier y la pelirroja del infierno están juntos otra vez. Ya pataleé y rabeé todo lo que podía (y debía) y he terminado por aceptar la situación pasivo-agresivamente, no somos verdaderamente amigos, ya casi no nos llamamos, pero si nos toca estar juntos en algo o esperando la micro, hablamos como si nada. Supongo que a veces las pantallas color rosa, son mejores que la punzante realidad, la realidad de que entre nosotros todavía hay mucha onda y yo le gusto tanto como él me gusta a mí, pero nada que hacer al respecto, llevamos la relación tan lejos como pudimos hasta que finalmente se terminó por romper y aquí estoy aprendiendo a respirar sin Javier.

Sin embargo mi relación amistosa va viento en popa con Andrés, le ha ido muy bien en la escuela, sus notas son excelentes, todo le da sobre 90!! O sea, tiene que ser demasiado inteligente (cosa que yo no soy) como para que le de sobre 90 y bueno, lo es, y me alegra saber que yo soy su amigo.

Hace una semana más o meno encontré una foto mía de cuando era pequeño, pero no sé si publicarla en el blog, me da, no sé, “cosa”, tal vez para la próxima vez que escriba me habré decidido.

Y creo que eso es todo por hoy, se me fue la musa y con ella todas mis ganas de escribir, además, el libro de matemáticas me está haciendo ojitos desde mi habitación y si pretendo entrar a alguna universidad decente, ni modo, a subir las notas.

Saludos a todos.

A N T O I N E