miércoles, junio 28, 2006

Façade

Y no me retaron.

Me pasé el resto del día y la tarde esperando a que mi vieja llegara del trabajo histérica y amenazando con quebrarme la escoba en el espinazo (sin preocupaciones, nunca me ha dado algo más que una cachetada), y no pasó nada. Hoy fui a clases y nadie preguntó cosa alguna, es más, en el libro de clases aparezco presente. ¿Acaso soy tan fantasma que estar o no estar, es igual?

Es curioso, cuando presiento que me iré de gritos, empiezo a cantar dentro de mi un estribillo sin ton ni son, algo así como "me van a retar, me van a retar, lara la lalá" y no pasa nada. Ayer me pasé la tarde entera esperando la correría de gritos y fue sólo indiferencia, aunque eso no es nada nuevo por acá.

Él único que ha dicho algo sobre mi ausencia ha sido Javier y es que él es más padre y madre que cualquier otra cosa. Primero me preguntó si acaso había tenido un virus de 24 hrs o algo así y una vez hubo confirmado que mi salud era impenetrable me ha tratado de lo peor. "Irresponsable" le quedó corto, os lo aseguro. Me habló de proyecciones de vida, de trabajos, de responsabilidades, de dinero, de éxito, de quedarme en el mismo curso eternamente, como estancado en el tiempo, ha dicho tantas verdades que ya ni recuerdo, lo único que sí sé es que los ojos me ardían, me ardían furiosamente y sentí como la ira se armaba dentro de mi, era un fósforo en plena bodega de pólvora, muy amigo mío será, pero no tiene porqué tirarme en cara el desastre que soy, aún cuando lo haga con las mejores intenciones del mundo, y no me aguanté más; el golpe iba y conectó antes de poder detenerlo. Su cara me lo dijo todo, decepción, pena, rabia, sorpresa, ni siquiera se molestó por esquivarlo o devolverlo, se quedó sentado en el suelo, con el sol a mi espalda mirándome a los ojos, yo sé que no me vió la cara, yo sé que no podía por el sol y lo he aprovechado para darme media vuelta y correr lejos de allí. Me metí en el camarín de hombres por la ventana que está rota, la misma que rompí yo a principios de año y me agazapé en el espacio que queda entre el suelo y las bancas. No sé porqué hice lo que hice, pero lo hecho, hecho está.

Puedo decir que por primera vez en mi vida, siento una vergüenza tan latente, lo único bueno de esto es que nadie me lee y Dios sabe que necesito el desahogo.

No suelo ser una persona violenta, pero hoy con Javier saqué toda la agresividad no demostrada que llevaba a cuestas. Y me arrepiento. Me pasé toda la hora de clases restante escondido y humillado, hasta lloré un poco y cuando el timbre dio por terminada la jornada, esperé unos buenos 10 minutos antes de arrastrarme fuera de aquel húmedo lugar. Me lavé la cara y me fui a la sala. Allí estaban mis útiles, arrumados en mi mesa, tal como yo los había dejado, eso le había faltado apuntar a Javier, no sólo soy irresponsable, también sufro de desorden crónico. No me di cuenta de que él estaba también en la sala, hasta que ya estaba a medio camino entre la puerta y mi banco, muy tarde para dar media vuelta y desaparecer, de nuevo. Apuré el paso y me apresuré en guardar mis porquerías en la mochila, Javier que ya tenía la suya al hombro simplemente me observó con un gesto un tanto contrariado y luego se acercó a mi e hizo algo que no me esperaba: me abrazó. A medida que la sensación de cálidez y bienestar se extendía también crecía mi vergüenza a toda esta situación ¿Acaso estoy tan mal que mis acciones se justifican y más encima se premian? ¿No se supone que si estuviera así de mal, lo notaría? Traté de sacármelo de encima y él se ha aferrado a mi con aún más fuerza, seguí tironeando y convulsionando, cada vez con menos ahínco, hasta que me he rendido. Javier lloraba, yo lloraba, él en mi hombro, yo en de él. No entiendo como alguien me puede querer tanto como para hacer esto, como para dejarse golpear y pisotear por mi y aún así, cuando estoy en problemas, consolarme y correr a ayudarme.

Después de todo ese sentimentalismo dio la media vuelta y se fue. Podría haber salido detrás de él como el príncipe azul de la película, pero el solo pensamiento de algo tan cursi me detuvo en seco. Además, supuse que estaba avergonzado y la verdad es que yo también lo estoy.

"Darle tiempo al tiempo", dicen, darle tiempo al tiempo, haré.

A N T O I N E

martes, junio 27, 2006

Haciendo novillos

Me siento mal, me duele la cabeza, me cuesta respirar. Tenía millones de cosas que hacer hoy, pruebas incluídas, y lo he mandado todo al carajo. A esta hora debería estar en clases, pero en cambio he simulado que me iba, vagué por la plaza un rato y luego volví a casa, para ese entonces mi mamá ya no estaba acá y de seguro que mañana me van a llegar todos los retos correspondientes, si es que no hoy por la tarde.

Mi viejo se superó a sí mismo. Ayer, hasta yo le creí que estaba preocupado por mi; caminamos como 15 cuadras conversando sobre lo sucedido, él me escuchó muy atento y hasta demostrando un poco de cariño, como a las 6 cuadras de charla, me paró en seco y me dijo que yo sólo estaba tratando de llamar la atención, pero que no me iba a resultar, recalcó que no estaba bien inventarse preocupaciones por que sí, lo único que lograba era molestar al resto, "llora...", me dijo, "y llorarás solo. Ríe y el mundo reirá contigo". Le discutí un rato y luego lo dejé hablar, las 15 cuadras de vuelta las caminamos en silencio. Me carga cuando no me creen lo que digo, sobre todo si es verdad. Al menos ya se fue y no tendré que lidiar con él hasta un buen tiempo más.

Me duermo de cansancio. Me voy.

A N T O I N E

domingo, junio 25, 2006

Me aburro

Me hundo en el aburrimiento y hago figuritas y angelitos en él, como si de nieve se tratara, que asco. En este momento todo lo que veo se traduce en bodrio.

Este día ha sido lentísimo y ni siquiera me he animado a levantar los textos ni los cuadernos del piso, donde quedaron el viernes cuando llegué de clases y luego se revolvieron un poco después de que se fuera Javi y mi señora madre tratara de "racionalizar" conmigo. Tal vez lo único positivo de hoy fue haber encontrado un sitio con tutoriales anti-bobos de html, por ende, podría llegar a cambiar algunas cosillas dentro de la semana, especialmente si sigo con órdenes tácitas de no dejar mi habitación.

Mi madre llamó a mi padre para que hablaramos de mi comportamiento, todos juntos, como una gran familia que NO somos. No sé que tanto importa; bueno ya, sí, importa, no es sano que una persona comience con esto de los vicios a tan temprana edad, pero no voy a hacer nada para esconderlo, culpo a mis padres, tal vez si me hubieran abrazado más en mi infancia yo no sería tan, tan... así. Es más, hay muchas otras cosas y acciones que estos estúpidos, que se hacen llamar mis progenitores, podrían haber hecho para obtener como resultado a un yo más (odio esta palabra), "feliz".

El viaje de mi padre dura casi 7 horas en bus, pero primero tenía que arreglar un asunto y luego venirse, él les llama asuntos, como si yo no tuviera ojos para ver ni cerebro con que pensar, sabemos todos que su asunto es la pareja del día que le hace problemas para que se venga tan de improviso, y ¡cómo no! si conociendo a mi padre como lo conozco, de seguro que él se ha quedado callado sobre la ex-esposa e hijos que tiene acá, pero así es mi viejo, un despreocupado, el eterno desentendido y mujeriego por excelencia, si es que no es una contradicción hablar de mujeriegos y excelencia en la misma frase.

Él llega mañana a primera hora, según mi mamá, valga decir que va a llegar a eso del mediodía y nos va a dar un millón de esxcusas y explicaciones, claramente, todas falsas, pero lo importante es que viene, de haber sabido que todo lo que tenía que hacer para arrastrarlo hasta mi lado, era lanzarme en el tobogán de la autodestrucción, lo hubiera hecho mucho antes y nunca de incógnito. Aún así no termino de perdonar a Javier.

La bestia que se hace llamar mi amigo me vino a ver hoy, nos sentamos en el living y nos miramos las caras un buen rato, mientras mi mamá nos espiaba desde la cocina. Esa señora es muy metida, demasiado diría yo. Después del cómodo silencio, le tiré la billetera a la cara y me levanté rumbo a mi habitación; el quejido que escuché a mis espaldas me confirmó que di en el blanco, aunque me hubiera gustado verle la cara, pero bueno, ya está hecho. Él me siguió hasta mi pieza y cuando mi mamá nos vio pasar se hizo la desentendida. Ahora que lo pienso, mi camino a la autodestrucción nunca fue tan oculto, supongo que esta señora simplemente no supo ver las señales, o mejor aún, no quizo ver las señales.

Encuentro tan surreal haber comenzado un blog justo el día que mi vida como la conozco se empieza a ir a la mierda, la próxima vez que me entren ganas de empezar una suerte de proyecto me voy a asegurar de que todas mis estupideces estén bien cubiertas.

Javier, después de calmarme un poco los ánimos, me ha dicho que todo esto lo hizo por mi, que se imaginó que yo me iba a enojar, pero no le había importado, pues nuestra amistad es más fuerte (de su lado, eso os lo aseguro), que mis excesos ya estaba rayando en la locura y necesitaba que alguien me detuviera y como él no pudo, tuvo que recurrir a los "superiores". De haber sido él hubiera comenzado a rezar a las deidades más cercanas y hubiera mantenido mi bocaza cerrada, lo que él no ve es que quiero autodestruirme, lentamente, ya que, para suicidarme, me faltan agallas.

Ahora que lo pienso un poco más fríamente, no estuvo tan mal lo de Javier, después de todo eso es lo que los verdaderos amigos hacen ¿no? Arriesgan todo, incluso la amistad, para asegurarse de que su ser querido esté por el buen camino y toda esa ñoñería. Después de conversar un poco más, él me ha abrazado y yo le he correspondido, me sentí totalmente fuera de lugar, no me gusta esto de los abrazos ni ser tocado sin permiso, ni nada por el estilo, pero al mismo tiempo, se estaba muy a gusto, me hubiera encantado enterrar mi cabeza en su cuello y quedarme ahí para siempre. No digo yo, mis padres en verdad deberían haberme abrazado más, de haber sucedido aquello no estaría escribiendo sobre un abrazo que para Javier no significó nada más que reasegurar su amistad conmigo y darme a entender que lo sentía, en cambio para mi, es todo un rollo de eternos porqués y reprocesamientos mentales. Odio mi vida, no puedo salirme de este papel de adolescente gris con la eterna nube negra en la cabeza y los rayos pegándole en la nuca. Es más, ni siquiera recuerdo haber sido feliz o alegre en mi infancia. Algo debe estar mal conmigo... algo tiene que estar mal conmigo.

A N T O I N E

sábado, junio 24, 2006

De vuelta demasiado rápido

¡Argh!

Es que me hierve la sangre con esta tropa de estúpidos que se hacen llamar mis amigos. Javier, siempre Javier ¿Quién más podía lograr que me castigaran justo hoy? Hoy, cuando lo único que quiero es salir y divertirme un poco para quitarme el estrés de encima, pero no, él tenía que venir y tirar su verborrea mental sobre mí y obvio, estando presente mi progenitora. No se necesita mucho para saber que a las madres no les gusta saber que sus retoños fuman y beben como desquiciados sólo por "diversión" después de clases. Es que lo mato, a este idiota lo mato. Mi vieja casi me sacó el tímpano gritando en mi oreja y pregúntandome si acaso no quería decir algo y sí, lógico que cada vez que traté de decir algo en mi defensa no llegué ni a la mitad de la palabra antes de que me llovieran los manotazos y mi vieja empezara a moquear. ¿Qué tienen las madres que te hacen sentir tan culpable cuando lloran? Es como si vienera por defecto, puede que no sepan como cocinar, lavar ropa, planchar las camisas, arreglar el auto ni destapar las cañerías, puede que no tengan ni idea de psicología infantil ni de cuanto llovió en la última temporada, ni que era todo este fiasco de la LOCE, pero a la primer señal de peligro, sacan esos lagrimones negros de tanto delineador y empieza el ataque de culpa.

Son muy buenas en esa cosa que hacen, eso de llorar y nunca echarte la culpa directamente, pero el sin fin de "qué hice mal contigo"s me marea y termina por hacerme disculpar por todo y ahí quedo, me disculpo por todos mis errores, pues son mis errores y no sus errores, me disculpo por ser una oveja descarriada y por las tantas otras cosas que Javier sigue vomitando sin parar, como si le estuvieran pagando al muy desgraciado para que hable, no entiendo como alguien así puede sacar tan buenas notas, si el tipo está vacío de allí arriba. Y cuando mi vieja por fin se calma y parece que las cosas van a regresar a lo normal y los manotazos dejan de llegar, ¡zas!, la cachetada final y listo, se acabaron todos los privilegios. Me voy para la pieza con una última amenaza de muerte a ese estúpido y empiezo a planear lo que haré para que me levanten el castigo y para que mi señora madre olvide todo lo que Javi ha dicho, mientras, me desahogo en este "lugar". Antes de que a esta señora se le ocurra venir a requisarme el módem porque es parte de los privilegios.

Acabo de entender, de golpe, todo el propósito y beneficio de tener un blog.

Aún cuando se agradece el espacio para desahogarse, tengo que decir que no me agrada haber vuelto tan rápido, vamos que sólo van 4 horas de mi primer post y ya tengo que echar mano de blogger y todos sus botoncitos color pastel para no reventar de furia.

Hasta dónde, señoras y señores del jurado, llega la estupidez de ¡Javier! Ja, ahora me está llamando al celular, no le pienso contestar, por estúpido, si sé que te tengo tu billetera, bestia, pero por bruto no te la devolveré, me has truncado la salida y ahora yo te la echo a perder a ti, sí, también se conoce como Karma.

A N T O I N E

viernes, junio 23, 2006

#001

Sólo Dios sabe en el lío que me estoy metiendo.

Hoy me dio la tontera y me decidí a abrir un blog, después de pasar años resitiéndome a la "novedad", ahora me abro una cuenta y me pongo a postear. Qué ironía, si Javier me viese me mata, con lo que es de exagerado este estúpido. Y más encima tengo el ego tan inflado que voy y le pongo quintesencia, como si realmente se tratara de un espacio virtual distinguido o algo así. Para rematar, abro un mapa y me anoto con el primer país o ciudad que me llame la atención.

Lo peor es que ahora voy a tener que aprender html y un montón de otras porquerías para que este tugurio de mala muerte tome un cariz más "alegre", bah, digo alegre, lo que quiero decir es decente.

Obviamente que antes de lanzarme a la aventura me di un par de vueltas por otros sitios de interés y logré captar que la mayoría de los primerizos dan una suerte de biografía en su primer post y sus motivaciones para abrir el mismo. A mi no me vienen con tonteras, si quieren saber de mi, sigan leyendo, si les caigo mal, no sigan leyendo, si están aburridos, adelante, satisfáganse con mi retórica sin sentido, si no, váyanse al carajo, no me importa. Tal vez mañana me importe, hoy no, hoy sólo tengo ojos para faire la fête.

A N T O I N E