sábado, junio 24, 2006

De vuelta demasiado rápido

¡Argh!

Es que me hierve la sangre con esta tropa de estúpidos que se hacen llamar mis amigos. Javier, siempre Javier ¿Quién más podía lograr que me castigaran justo hoy? Hoy, cuando lo único que quiero es salir y divertirme un poco para quitarme el estrés de encima, pero no, él tenía que venir y tirar su verborrea mental sobre mí y obvio, estando presente mi progenitora. No se necesita mucho para saber que a las madres no les gusta saber que sus retoños fuman y beben como desquiciados sólo por "diversión" después de clases. Es que lo mato, a este idiota lo mato. Mi vieja casi me sacó el tímpano gritando en mi oreja y pregúntandome si acaso no quería decir algo y sí, lógico que cada vez que traté de decir algo en mi defensa no llegué ni a la mitad de la palabra antes de que me llovieran los manotazos y mi vieja empezara a moquear. ¿Qué tienen las madres que te hacen sentir tan culpable cuando lloran? Es como si vienera por defecto, puede que no sepan como cocinar, lavar ropa, planchar las camisas, arreglar el auto ni destapar las cañerías, puede que no tengan ni idea de psicología infantil ni de cuanto llovió en la última temporada, ni que era todo este fiasco de la LOCE, pero a la primer señal de peligro, sacan esos lagrimones negros de tanto delineador y empieza el ataque de culpa.

Son muy buenas en esa cosa que hacen, eso de llorar y nunca echarte la culpa directamente, pero el sin fin de "qué hice mal contigo"s me marea y termina por hacerme disculpar por todo y ahí quedo, me disculpo por todos mis errores, pues son mis errores y no sus errores, me disculpo por ser una oveja descarriada y por las tantas otras cosas que Javier sigue vomitando sin parar, como si le estuvieran pagando al muy desgraciado para que hable, no entiendo como alguien así puede sacar tan buenas notas, si el tipo está vacío de allí arriba. Y cuando mi vieja por fin se calma y parece que las cosas van a regresar a lo normal y los manotazos dejan de llegar, ¡zas!, la cachetada final y listo, se acabaron todos los privilegios. Me voy para la pieza con una última amenaza de muerte a ese estúpido y empiezo a planear lo que haré para que me levanten el castigo y para que mi señora madre olvide todo lo que Javi ha dicho, mientras, me desahogo en este "lugar". Antes de que a esta señora se le ocurra venir a requisarme el módem porque es parte de los privilegios.

Acabo de entender, de golpe, todo el propósito y beneficio de tener un blog.

Aún cuando se agradece el espacio para desahogarse, tengo que decir que no me agrada haber vuelto tan rápido, vamos que sólo van 4 horas de mi primer post y ya tengo que echar mano de blogger y todos sus botoncitos color pastel para no reventar de furia.

Hasta dónde, señoras y señores del jurado, llega la estupidez de ¡Javier! Ja, ahora me está llamando al celular, no le pienso contestar, por estúpido, si sé que te tengo tu billetera, bestia, pero por bruto no te la devolveré, me has truncado la salida y ahora yo te la echo a perder a ti, sí, también se conoce como Karma.

A N T O I N E

No hay comentarios.: