martes, diciembre 05, 2006

Tu me manques

Estoy triste y ni siquiera sé porqué, eso me molesta, mucho. Estoy molesto y triste. Me siento mal; no sé si fue algo que comí, algo que él dijo, algo que ella no dijo, el abrazo que nunca llegó o la lágrima reprimida, pero me siento mal. Tengo ganas de empezar a llorar y nunca parar, pero no puedo, tengo que ser fuerte, no sólo por mi, por Javier también. La tristeza que lleva en el rostro me duele, me duele en lo más profundo, siento que me estoy muriendo por dentro. Yo me estoy muriendo y él también.

Javier se ha estado quedando a dormir desde el viernes pasado, aparentemente la mamá no era la única con un amante bajo la manga. No entiendo que cresta tienes los padres en la cabeza que le hacen esto a sus hijos. Javier no aguantó más la situación y se auto-exilió y llegó de inmigrante ilegal a mi casa, pero a mi mamá no le importa y a mi tampoco, de hecho, a mi me encanta que esté acá... pero al mismo tiempo me da tanta pena verlo así. No quiero andar de puntillas al rededor de él, no quiero tratarlo como a un extraño, pero cuando lo veo, apenas y logro divisar el brillo de sus ojos, si hay algo que siempre me ha llamado la atención de Javi, y probablemente porqué me atrae tanto, es que sus ojos rebosan de vida, es como "chispeante", eso es, una chispa que, yo creí, nunca se apaga, pero no, la realidad es otra, es más, sus ojos ahora están enajenados, nebulosos, no veo nada efervescente dentro de ellos, sólo un pozo inmenso de soledad. No sé que hacer para alegrarlo un poco, no es como que tampoco él admita que algo le pasa, ya he dicho antes como es él; se llena de tareas y compromisos con tal de no dejarse sentir.

Tal vez la tristeza de Javier me tiene así o tal vez sea que, de cierto modo, el hecho de que los padres de una persona tan cercana se estén separando, me recuerda la separación de mis propios padres. Y mejor ni hablemos de superar etapas y aceptar rupturas, me parece que el desastre andante que he resultado ser comprueba de una vez por todas que no he superado ni he sabido afrontar nada; ahora ya no lo puedo evitar con fiestas, ni con drogas o alcohol, porque no soy yo quien está en el ojo del huracán, ahora yo soy quien debe prestar la mano amiga, ahora tengo que saber lidiar con esto no por mí, por él... ¡Qué mierda! A veces me da la impresión de que tener buenos amigos es un desperdicio de tiempo... pero ¿como le puedo decir que no a él?

Me siento pésimo. Me siento tan inútil. Más encima tengo todos los sentimientos a flor de piel y eso me incomoda, hoy mismo por la mañana debo haber llorado casi 20 minutos en la ducha, paré cuando Javier entró a buscar su cepillo de dientes y no me quedó otra opción que tragarme el nudo de congoja que tenía en la garganta. Me desquité un poco reclamando de que era *mi* tiempo en el baño, no de él, pero como ya llevaba casi 40 mins en la ducha, técnicamente ers su tiempo y Javier *tiene* que lavarse los dientes antes y después de tomar desayuno. El muy idiota... pero igual lo quiero.

A N T O I N E

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