lunes, noviembre 06, 2006

Comme un ami

Ha sido un día muy caluroso y con harto viento, de esos que no te ayudan a levantar el espíritu ni tampoco a descansar tranquilo; comenzó más bien agitado con una pesadilla matutina y parece que va a terminar con una convesación exraña que tuve con Andrea hace unos momentos, estoy tan cansado que me iría a acostar de inmediato, sin embargo quiero escribir esto para asegurarme de que en realidad sucedió.

No me pregunten de que trataba mi sueño, la verdad es que no lo recuerdo y por lo alterado que desperté, creo que lo mejor es no recordarlo, sin embargo, basándome en ese sueño, decidí no ir al colegio, o al menos no al mío. Logré convencer a mi vieja de que me llevara al suyo, como cuando era pequeño y me resistía a asistir al jardín de infantes, algo así como "por los viejos tiempos"; mientras ella arreglaba sus cosas para irse al trabajo, yo me apuraba en meter las mías a la mochila y tratar de convencerla, luego, le quité las llaves del auto y me senté en al asiento del conductor, como ya iba atrasada no le quedó otra opción. A fin de cuentas, igual fue mejor que fuera con ella al trabajo ya que un profesor del nivel de mi vieja había faltado y ella tuvo que reemplazarlo quedándose sin tiempo para terminar de poner las notas de un cuarto medio; podrán comprender por las fechas que los cuartos medios no están para esperar sus notas, así que yo, como el buen héroe sin máscara y narcisista que soy, me ofrecí a sumar los puntajes y pasar en limpio las notas y, por si tenía dudas sobre el proceso o algo por el estilo, mi mamá decidió llevarme al salón de clase con ella. Los alumnos nos quedaron mirando con tremendas caras de "duda", acto seguido mi vieja les puso unos ejercicios en la pizarra y el alumnado rezongó un poco, luego se dedicaron a trabajar en un silencio mal disimulado mientras yo, por el contrario, arrimé una silla y me puse con mi vieja en el escritorio a sumar puntajes y pasar notas en limpio; ella iba atendiendo las dudas de los alumnos.

La acompañé durante toda la jornada de la mañana y después me fui al colegio a buscar unas notas que se suponía nos iban a entregar hoy, obviamente no estaban listas; no todos tienen a un super asistente como yo. Me encontré con mi profe tutor que me preguntó porqué no había ido a clases, le dije que mañana tendría la oportunidad de leer mi justificación o bien podía llamar a mi vieja y preguntarle personalmente; no le agradó la idea, o tal vez fue el tono de mi voz. Hizo una cara de disgusto y siguió caminando, no entiendo por qué exaspero tanto a la gente a veces.

Aprovechando que ya estaba allí me conecté a la central y revisé si tenía tarea para mañana, resultado: en teoría no. Hay tarea de inglés, pero nunca he hecho esas tareas, en inglés trabajo mejor bajo presión, así que las hago a última hora (la mejor hora), 10 minutos antes de que empieze la clase.

Cuando salí de la biblioteca me encontré con Pablo y Andrea, echamos la talla un rato y me dijeron que era el peor cimarrero del mundo pues no podía faltar por la mañana y volver en la tarde; aparentemente va en contra de todas las reglas habidas y por haber sobre el arte de hacer la cimarra.

Pablo tenía que ir a dar una prueba atrasada así que yo me quedé con Andrea en el patio, esperando, Pablo dijo que él me tiraba hasta mi casa y yo no podía perderme esa oportunidad de ahorrar un poco de dinero; no sé como lo hice, pero me gasté más de la mitad del dinero que me mandó mi padre, en menos de una semana, al menos ahora tengo zapatillas nuevas y dos camisas de verano, las que tenía era demasiado gruesas y ya estaban demasiado gastadas.

Andrea y yo hablamos las típicas superficialidades de siempre, hasta que ella tocó el tema de la homosexualidad. No sé que tiene la gente que cuando trata de hablar de la homosexualidad, no de burlarse si no que sólo discutirlo, lo susurra, como si estuvieran en realidad hablando de un crimen, como si en vez de estar hablando de dos personas del mismo sexo que se gustan y, posiblemente, se aman, estuviesen hablando de un asesinato en plena misa ¡Cuidado, los ojos de Dios están sobre ti! En todo caso esta "charla" ya me la sé de memoria; primero viene la introducción, que básicamente es una idea general sobre la homosexualidad, luego la típica "¿Conoces a algún gay?", en esta parte te revelan con mucho pudor, sintiéndose dignos de admiración, que tienen un hermano cuyo amigo tiene un primo que es gay y ellos están "totalmente de acuerdo con eso" y no les "molesta para nada", de ahí en adelante se abre la temporada de preguntas personales y descaradas, dependiento directamene de las respuestas, lo ideal es revelar lo menos posible, en especial si es información comprometedora. Con Andrea no fue la excepción, excepto que su estado natural de estupidez le hace hacer preguntas muy compometedoras sin siquiera darse por enterada.

No es la primera vez que me tratan de homosexual con el cartel de "pervertido" incluído, sin embargo con ella fue distinto, si bien sus preguntas apuntaban directamante a la definición de mi sexualidad, creo que ella me las hizo con una intención distinta a la de saber si soy una frutita rosa o no, en todo caso no la decepcioné; ella quería escuchar que yo era gay así que le dije, de una manera más bien directa, que era gay; les apuesto lo que quieran a que de aquí al Viernes todos van a estar comentándolo. A no ser que, y esto se me acaba de ocurrir, Andrea le estuviese buscando pareja a alguien, en cuyo caso esto está a punto de ponerse muy interesante.

A N T O I N E

PD: Se suponía que esto lo iba a postear ayer por la noche, pero tenía tanto sueño que me quedé dormido en el escritorio, mi mamá llegó, me apagó el computador y me tiró un chal encima, yo no ni siquiera di señales de vida. Blogger me guardó el post con hora y todo, así que ahora lo subo.

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