sábado, julio 01, 2006

El eterno groggy

Llevo como media hora pensando en qué cornos escribir, no es que sea de mente lenta, pero hoy ando rumiando todo lo que pienso.

Primero pensé en felicitarme por la semana de posts que tengo, después caí en cuenta de lo estúpido que esto era, luego tuve un debate interior sin sentido sobre si esto era o no una imbecilidad, cuando me tuve que vestir, fueron otros tantos minutos de vida tirados a la basura por mi manía de sobre pensar y así, suma y sigue. A veces creo que me falta más agresividad mental, algo que me suele sobrar en la parte verbal, y con todas las curiosidades que se vengan al caso, acá no me sale.

Me llaman a almorzar, ya vuelvo.

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Perdí todo el hilo de lo que estaba diciendo, bueno, al menos ya no me tropiezo con mis propias ideas.

Querido lectores inexistentes ¿Quieren saber qué pasó con Javier? Pues ¡yo también! el muy idiota anda desaparecido, llamo y llamo a su casa y nadie contesta, llamo al celular y me sale la vocecita robótica diciéndome que el celular está apagado o fuera de la zona de servicio. ¿Se puede saber para qué tiene la gente celular si lo va a tener apagado? No me digan que no han escuchado de esa fantástica característica llamada "silencio", pues sería una horripilante mentira, todo celular que se precie a sí mismo y no peque de ser un "ladrillo", tiene esta característica y yo sé que el de Javier también. Pero no se preocupen, porque Javier no es el único idiota eternamente enredado en mi vida, también está Pablo y su polola del minuto, Andrea, que nunca termina de tirarme indirectas. No sé que voy a hacer con ella, ayer en clase se me acercó toda coqueta para pedirme prestado un cuaderno de una asignatura que ni siquiera nos tocaba ese día; lo que le sobra de put#, le falta de cerebro, pero bueno, por algo Pablo la aguanta y no me voy a arriesgar a adivinar qué es, por miedo a dar en el quid.

Pablo y su noviecita me han acorralado en el recreo a preguntas, Andrea dijo que Javier la había llamado para contarle que yo le había pegado, ¡ah! se me había olvidado, Javi y Andrea son buenos amigos y esa es probablemente la razón de mayor peso que tengo para no ahorcarla cada vez que se me acerca, me da alergia, pero con ella es todo lo contrario, pareciese que todo lo que quiere es tenerme cerca..., y bien, me estaban acorralando a preguntas, exigiéndome un porqué y un montón de cosas más que ni yo sabía. Empecé a sentirme de la misma manera que cuando le pegué a Javier, llegaba a mi límite personal de paciencia cuando vi que mi mamá salía de la oficina de mi profesor tutor y cruzaba por el pasillo del fondo, me quedé sin palabras, hasta dejé de poner cara furiosa, simplemente la seguí con la mirada y cuando los ojos no me dieron más, empecé a girar la cabeza para observarla pasar, Pablo y Andrea han quedado mudos también, dicen que me puse como una hoja de papel, se han asustado bastante y apenas y alcanzaron a ver a mi mamá cruzando por el patio en busca de la salida. De ahí Pablo sumó uno más uno y dijo "por eso le pegaste, porque fue Javier quien te acusó a tu mamá", yo lo miré con cara de pregunta mientras trataba de descifrar lo que me había dicho y pensaba en qué tenía que hablar mi vieja con mi profesor. Aquí lo raro no es que mi profesor la haya mandado a llamar, lo extraño es que haya venido y es que ella no es muy dada de responder citaciones ni de preocuparse por mi. En eso me cayó la teja, cómo diablos se había enterado Pablo de lo mío con mis padres o_Ô? Y esta fue la conversación que tuvimos, más o menos.

Antoine: ¿Qué dijiste?
Pablo: Fue por eso ¿no?
A: Y tú ¿cómo sabes que mis viejos saben?
P: Por favor, TODOS saben
A: Pero ¿CÓMO?
P: Tu vieja es amiga de la vieja que atiende el negocio de la esquina, que es la mamá de una amiga de la Andrea (Andrea asintió vigorosamente).
A: Okeeeeeeey, pero eso explica cómo ustedes saben, pero no cómo es que TODOS saben.
P: La amiga de la Andrea (Andrea asintió vigorosamente mientras sonreía ampliamente).

Se podrán imaginar que mi primera y única reacción fue golpear mi cabeza contra la pared más cercana.

Andrea, locuazmente, agregó: "pero no te preocupes, yo cacho que nadie más sabe" y en mis dentros rogué por porque apareciera alguien con una escopeta y acabara con mi miseria. No sé que es peor, que todos sepan, o tener que escuchar los comentarios de esa descerebrada. Naaah, sí lo sé, tener que escucharla a ella, eso es peor.

Ya en casa he confrontado a mi madre exigiendo explicaciones por la visita al colegio y ella me ha respondido con algo que me dejó groggy, me preguntó si iba a salir en la noche; del puro susto me quedé en casa, ni siquiera pensé en escaparme como tantas otras veces lo he hecho.

En todo caso lo mío no es adicción, lo mío es pura monería, a excepción del cigarro y es que empecé muy peque para parar ahora. Dios... eso es lo que dicen los adictos.

Empecé de nuevo con lo de darle muchas vueltas a una misma cosa, mejor me voy a ver TV, no hay mejor somnífero ni anestesiante más poderoso.

Au revoir.

A N T O I N E

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