miércoles, julio 26, 2006

El fuego quema, pero entretiene

Ya es miércoles y las son clases inminentes, los atados ineludibles y las ganas de postear pocas. Pero llueve y cuando llueve yo solía salir con Javier a hacer trastadas en las posas de agua, a veces le sacábamos el auto al papá y nos íbamos a dar unas vueltas por los alrededores, hoy en cambio, no hay Javier, porque él está ocupadísimo con la pelirroja del infierno y detestándome por el inmenso cotilleo que se armó sobre lo de la prima, sí, sí sí, ya lo sé, yo me las gano por ser una persona tan vengativa y, como si fuera poco, mal intencionada, con un poco de suerte me va a perdonar de aquí a que entremos a clases... sigue lloviendo, trabajo lento con la lluvia, en especial si le agregamos nostalgia, me hacen falta las trastadas bajo la lluvia, me hace falta Javier. Qué terrible que toda mi vida de vueltas al rededor de él y no sea capaz de aceptarlo fuera de este "lugar".

Siento unas ganas tremendas de borrar el post. Ni modo, hasta la próxima.

A N T O I N E

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